Dentro de las charlas sobre psicoanálisis ‘Una pareja al diván’ que se ofrecen semanalmente en la librería Mar Adentro, la psicoterapeuta Mónica Semperio Castellanos presentó el tema ‘Aprendiendo a pelear para evitar vivir como perros y gatos’, quien relató en entrevista para Galería los pormenores de dicho tema.
“Son una serie de estrategias, de técnicas de comunicación y también de interacción humana, porque sabemos que en todas las etapas de la vida de la pareja siempre va haber discusiones, siempre va haber pleitos, pero el objetivo de un pleito no es generar más problemas, separaciones o rencores, sino resolver problemas”.
Conciencia
Por lo anterior, Semperio recalcó cuales son los principales puntos a considerar al discutir con la pareja, pues en todo momento se debe estar consciente de que dicho intercambio de ideas es una oportunidad para entenderse mejor sin necesidad de generar algún conflicto.
“Lo que es la comunicación humana, uno habla y el otro escucha, hablar en voz baja con respeto, sin palabras altisonantes, sin adjetivos calificativos, responsabilizarnos de las actividades o de las cosas que uno hace, del ‘yo pienso’ o ‘yo siento’, en lugar de decirle al otro ‘tú, tú, tú...’, mencionó.
Continuó: “No meterse jamás con la familia de origen, respetar al otro en todos los aspectos, no discutir tomados, porque tomados, pues muchas cosas pueden pasar. Sobre todo, no llegar a la violencia. Si uno ya está enojado y le está pidiendo al otro parar y platicar después, verdaderamente es una necesidad”.
“Tenemos que darle el espacio y el tiempo para después discutir, no hacer la ley del hielo, no ridiculizar al otro, no utilizar burlas y sarcasmos porque eso es agresión directa o indirecta. No tomar decisiones importantes en momentos de enojo, etcétera”, argumentó.
Introspección
Es en este punto donde entra la inteligencia emocional, pues las discusiones, afirma la especialista, entran en la segunda etapa del ciclo vital de la pareja, donde se enfrentan a la lucha por el poder.
“Tiene sus raíces en la psique individual”, explicó la psicoterapeuta. “Esta viene, precisamente, de ese niño que tuvo necesidades primarias desde que nació, de cuánto fue o no satisfecho, cuanto fue amado o no amado, cuándo le pudieron poner reglas y normas”.
Otro de los aspectos que juegan un papel importante en las discusiones en pareja es la carga emocional de cada persona, pues el ser humano vive diversas experiencias que generan un cúmulo de sentimientos, mismos que se hacen presentes al expresar alguna diferencia.
“Cuando nosotros vivimos nuestra relacíón de pareja, llevamos a eso a la pareja y a la mera hora los que están discutiendo son dos ‘niños tiranos’. No son los dos adultos que supuestamente están frente a frente. Entre otras cosas, muchísimo tiene que ver todo lo que aprendemos en la familia desde los roles, todos los deseos, las frustraciones, los conflictos, todo lo que nuestros padres quisieron ser y no fueron”, señaló.
Añadió: “Los roles que jugamos en la familia, si fuimos el menor, el mayor, la oveja negra, el favorito, el consentido, la niña de papi, todas esos roles los seguimos actuando posteriormente en nuestras relaciones de pareja y con base en eso actuamos, por eso a veces, cuando tenemos una discusión y discutimos tan desproporcionadamente, decimos ‘¿por qué me enojé tanto?’”.
“Pues porque no me enojé con el que tengo enfrente o la que tengo enfrente, me enojé con todo el bagaje que traigo atrás de todos los conflictos, de todos los vacíos, de todas las frustraciones, de todos los abusos o de todas las tiranías que aprendí”, explicó.
Amenazas
Es importante tomar en cuenta que al discutir con la pareja se deben identificar los peligros que pueden desatar un problema mayor, pues de esta forma se podrá establecer una estrategia para mejorar o acudir con algún experto para encontrar una solución.
“Principalmente hablar con mucho respeto, muy claramente, sobre todo determinantemente. No nos podemos estar faltando al respeto ni golpeando, por lo menos, ni insultando. Si vemos que se nos sale de las manos, por la razón que sea, pedir ayuda psicológica, ir a terapía de pareja con lo que pueden mejorar muchísimo las relaciones de pareja”, dijo Samperio Castellanos.
Asimismo, la psicoterapeuta asegura que la terapia de pareja es otra opción de ayuda e incluso autoayuda: “Todo esto nos sirve y hay que llevarlo a cabo porque son reglas como uno más uno son dos, no son tres. Entonces hay que seguir esto, si no lo vas a seguir te vas a pelear, seguro, y vas a vivir como entre perros y gatos”, argumentó.
Por otra parte, la especialista hizo énfasis en los beneficios que arroja el discutir de forma civilizada y consciente de la necesidad de intercambiar ideas con la pareja: “Tanto para que tú puedas vivir más satisfecho en tu relación de pareja como para que comprendas el por qué y para qué peleas, y para que aprendas a hacerlo. Es muy útil, creánme, es muy útil”, finalizó.
“En todas las etapas de la vida de la pareja siempre va a haber discusiones, pero el objetivo de un pleito no es generar más problemas, separaciones o rencores, sino resolver problemas.”
Mónica Samperio Catellanos, psicoterapeuta.
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